Tecnometro

El superordenador fue el primer símbolo del auge de la
informática en el siglo XX. Con HAL 9000 como exponente
supremo de cómo entiende la ciencia ficción las grandes
máquinas, los superordenadores actuales no deciden por su
cuenta liquidar astronautas desprevenidos, pero si que simulan
el comportamiento de bombas termonucleares, predicen cambios
climáticos o humillan a los campeones rusos en el ajedrez.

Blue Gene/P
Tenemos el concepto de superordenador como una caja gigante
refrigerada al máximo y rellena de cables y circuitos integrados.
Es una aproximación. Realmente los superordenadores son
cientos o miles de procesadores trabajando al unísono para
conseguir velocidades de proceso medidas en teraflops o incluso
en petaflop , como le ocurre a la nueva generación de Blue Gene
de IBM, la serie “/P”.

Blue Gene/P está diseñado para operar de forma continuada a
velocidades superiores a un "petaflop", es decir, mil billones de
operaciones de coma flotante por segundo. El sistema es 100.000
veces más potente que un PC doméstico y puede procesar más
operaciones en un segundo que si se emplease la potencia
combinada de una pila de portátiles de dos kilómetros de altura.
Blue Gene/P se puede configurar para alcanzar velocidades de
más de tres petaflops.

El ajedrez es sólo una anécdota para las capacidades de un
superordenador como el Blue Gene. Por sus características, sólo
pueden ser utilizados en universidades como el Mare Nostrum en
Barcelona, que durante un buen número de meses, fue el cuarto
ordenador más potente del mundo.

Pero la carrera no ha hecho más que empezar. Se está
construyendo en la actualidad el Roadrunner, un superordenador
cuya mayor cualidad es que está equipado con 16.000
procesadores Cell , la misma familia que integra la Playstation 3,
y cada procesador es capaz de mover 256.000 millones de
operaciones . El futuro como siempre se vuelve totalmente
alucinante.

Fuente: terra.es