Del hospital al MP3
Que los huesos «resuenan» admirablemente se sabía desde hace
tiempo. Por eso funcionan los audífonos, que mandan el sonido al
nervio auditivo a través del cráneo. En Japón ya se fabrican
auriculares basados en este mismo principio, que por cierto
funcionan mejor que otros en un ambiente ruidoso. Pero hasta
hace muy poco a nadie se le había ocurrido probar a mandar una
señal no analógica, sino digital, con cierta ambición de distancia:
por ejemplo, a un auricular desde un sensor colocado en la
muñeca.
Muy baja distorsión
El equipo de Liebschner y Zhong probó a transmitir un flujo de
pulsos binarios, aplicado en distintas partes del cuerpo. Al medir
su recepción, se comprobó que incluso la señal más débil era
percibida con nitidez a través de huesos y articulaciones.
«Nuestra tecnología permitiría monitorizar a cientos de
pacientes en un mismo espacio, sin ningún peligro de que los
datos se interfieran», se extasía Liebschner. En la Universidad de
Rice insisten en que la mayoría de los usos de esta nueva
tecnología serían médicos. Claro que otros piensan en usos más
comerciales. Sony ya ha intentado patentar un reproductor de
MP3 que manda su señal de música a un interfaz situado en la
muñeca del usuario. De ahí se traslada a los auriculares usando el
campo eléctrico del mismo cuerpo. Pero los auriculares de Sony
chocan con una patente previa de Microsoft, asegurándose todos
los derechos de explotación de la conductividad eléctrica a través
del cuerpo humano. ¿La guerra está servida?
Fuente: ABC.es
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